Anticipándonos a las vacaciones nos imaginamos cuáles serian las peores vacaciones, por ejemplo ir a un hotel infectado de tarántulas o ir a pasear a una ciudad cuyas calles estuvieran llenas de caca, o pasar las vacaciones en el dentista o en el vacunatorio. Después imaginamos cuáles serían las mejores.¿A dónde iríamos? ¿A una biblioteca en el fondo del mar con libros que nos succionaran y nos hicieran vivir miles de aventuras? ¿Qué llevaríamos? ¿Iríamos acompañados? ¿En qué viajaríamos?
Surgieron vacaciones fantásticas, locas y divertidas, como ir a la cabeza de un piojo, viajar en un excavador con alas o en casas flotantes. Nos divertimos y nos despedimos leyendo a Dr. Seuss. ¡Hasta el año que viene!
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