Hay quienes adoptan boas constrictoras llegadas de África, como Madame Bodot, que no solo la sacaba a pasear, sino que la llevaba al colegio; o eso cuenta Tomi Ungerer en Crictor.
Los chicos del taller, tuvieron la suerte de encontrar, en unos retazos de papeles cortados y pegados al azar, animales hasta entonces desconocidos, aparecidos sólo para ellos, cada uno con su historia y sus características.
Después de mucho trabajar los animales cobraron vida en sus cuadernos.
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